PERSÉPOLIS (En busca del color bajo el blanco y negro)

 

Persépolis sugiere tristeza, ya que detrás de ese oscuro blanco y negro se encuentra una niña que debería estar llena de colores pero que no puede ver más que miedo, incertidumbre y tristeza en su máximo esplendor. Miedo por no saber o no entender qué está pasando. Incertidumbre por no saber a dónde irá, dónde acabará su vida. Tristeza por estar año separada de unos padres, años sin saber si alguien le juzgará o no, años por no poder ser ella misma cerca de sus seres más queridos. Persépolis es una historia de no todos vivimos pero, que, los pocos que la viven sufren por todos los demás que no lo hacen. 

Esta historia, procedente de una adaptación de la novela gráfica autobiográfica de Marjane Satrapi, hace justicia a su procedencia. Desde el minuto uno me planteé por qué está hecha a modo de ilustración. Y, como todo, tiene una explicación. Según la autora de la novela, ella quería hacer persépolis a modo de ilustración para disminuir rasgos faciales y que así el espectador no hiciera una referencia geográfica o cultural y que pudiera entender que la Revolución que ocurrió en Irán, podría ocurrir en cualquier parte del mundo. Algo que me parece sumamente interesante y muy acertado que se hubiera mantenido en la realización del largometraje. 

A su vez, también considero que es interesante el hecho de que sea tan fiel a la novela ya que, podría interpretarse de forma libre ya que, la historia está contada por una niña así que es normal que la cuente mediante animación ya que acerca al espectador a la niñez de una forma muy sutil. 

En solo una hora y media la directora resume perfectamente cómo fue la vida de esta niña desde la infancia a la adolescencia siendo capaz de explicar muchos hechos de formas muy interesante y con críticas, además de crear un personaje muy realista bajo la animación y muy suyo, con una gran personalidad y muy rico, ya que, a pesar de ser una niña de una clase acomodada es capaz de expresar cómo se puede llegar a romper su mundo teniendo un mayor estatus social.